Consejos para reparar el vidrio panorámico del carro

Jun 21, 2019
Redacción Carroya.com
Consejos para reparar el vidrio panorámico del carro
Imagen: 123rf.com

Los vidrios panorámicos son considerados como elementos de seguridad activa y pasiva del vehículo. Por un lado, aíslan el habitáculo de las inclemencias del tiempo facilitando una correcta visibilidad; y, por otro lado, contribuyen a mantener la rigidez de la carrocería, reduciendo o evitando lesiones a los pasajeros.

Por su alto costo y gasto de tiempo para sustituirlos, conviene contemplar su reparación, siempre y cuando sea viable realizarla y se sigan estrictamente los criterios de seguridad. En pruebas realizadas por Cesvi Colombia las cifras de ahorro se estiman en 87,9%.

La gran mayoría de los vidrios panorámicos delanteros son laminados, es decir, se fabrican con dos láminas de vidrio recocido las cuales se unen entre sí por una película de material plástico PVB (polivinil butiral) y se someten a presión y temperatura en un autoclave. De este modo se denominan vidrios laminados.

Los vidrios son elementos altamente expuestos a daños debido a que su ubicación y función se basa en la protección de la intemperie a los ocupantes que se alojan dentro del vehículo. Los daños más representativos son producidos por impacto de elementos como piedras y otros objetos rígidos, los cuales afectan la lámina de vidrio exterior.

Estas averías son frecuentes, pero dado que la sustitución de estos elementos representa un alto costo del repuesto y de mano de obra, la reparación es una alternativa viable para el usuario.

Diversos criterios que definen las zonas de reparabilidad de los vidrios panorámicos, en los que se especifican las normativas internacionales que dan cabida a donde es viable o no reparar.

Norma ANSI-NWRA-ROLAGS 001-2014, estándar para la reparación de vidrios laminados automotrices.

Esta norma, denominada ‘ROLAGS’ (Repair of Laminated Automotive Glass Standard) fue creada por la Asociación Nacional de Reparación de Parabrisas de Estados Unidos (NWRA) que trabaja bajo los auspicios de la Instituto Nacional de Normas (ANSI) de ese país.

Esta norma tiene algunos limitantes: tanto la ubicación como el estado del daño son consideraciones importantes en la decisión de reparar. Se recomienda el reemplazo del vidrio bajo cualquiera de las siguientes circunstancias:

1. Daños que penetran la lámina interna y externa del vidrio laminado;

2. Averías con tres o más grietas largas que proceden de un solo punto de impacto;

3. Deterioros en el interior de la capa de vidrio laminado;

4. Imperfectos contaminados con impurezas visibles que no pueden eliminarse;

5. Daño o decoloración del PVB;

6. Desperfectos en un área del parabrisas donde las características impacten negativamente el proceso de la reparación;

7. Daños con un tamaño de grieta mayor de 3/8 pulgadas (9 mm);

8. Fisuras en el borde del vidrio panorámico;

9. Averías en el área de visualización primaria del conductor (DPVA);

10. Si el diámetro del daño es mayor de una pulgada (25 mm);

11. La reparación estará a menos de 4 pulgadas (100 mm) de otra reparación, formando una dificultad óptica;

12. Si a juicio del técnico, la reparación afectara el correcto funcionamiento del vehículo.

Al reparar los vidrios panorámicos de manera adecuada, se recuperan su resistencia mecánica y sus propiedades ópticas (evita la distorsión de luz) devolviendo de esta forma las condiciones de seguridad. Debido a que es una reparación, la apariencia estética se evidencia ya que el daño es perceptible en un rango del 10 al 15%.

 



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