No corras riesgos, fíjate en la garantía de tu vehículo

Una de las cosas que más inquieta a los usuarios es saber si el vehículo que adquirió cuenta con las garantías necesarias y cumple con las expectativas de un buen funcionamiento. Por eso, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) estableció la Ley 1480 de 2011, que busca garantizar la calidad, idoneidad y seguridad de los productos, estableciendo unos parámetros para los fabricantes.

Lo ideal es que desde el principio se tenga clara la forma en que funciona la garantía de tu vehículo para saber no solo qué aplica, sino también cómo.

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De esa forma, en caso de ser necesario la garantía podrá ser aplicada en el momento y manera adecuada, sin necesidad de ir a instancias más largas y complejas. Esto debe mirarse más allá del tiempo o kilometraje, pues la letra menuda puede incluir o excluir cosas determinantes en caso de que necesites hacer efectiva la garantía.

La garantía puede hacerse efectiva incluso para vehículos de segunda mano, pero está sujeta a los tiempos y condiciones originales. Además, es claro que los mantenimientos al vehículo se deben hacer dentro de los tiempos estipulados en la red de servicio de la marca, y a que no haya modificaciones que alteren los sistemas originales del vehículo, como por ejemplo cuando se cambian sistema de sonido o las luces.

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En la actualidad, se pueden encontrar en el mercado garantías para vehículos particulares de 7 años o 150.000 kilómetros. Sin embargo, todo depende de las reglas de cada marca.

Según la SIC, la garantía para los vehículos particulares es de mínimo 12 meses contados a partir de la fecha de entrega del vehículo al comprador original o 20.000 kilómetros.