Si piensa en economía de combustible el Chevrolet Sprint debe ser el elegido, su hermano tiene toda la razón en recomendarlo. Si desea un sedán más especioso con un baúl de buen tamaño, mecánica sencilla, económica, confiable y durable debe pensar en el Renault 9 que consume un poco más de combustible que el Sprint. De los tres el que descartaría es el Mazda 323 por lo poco durables sus motores, por su mayor consumo de combustible y por el costo de los repuestos. La última palabra la tiene usted los tres son buenos automóviles. Aunque le recordamos que por tratarse de vehículos usados debe conducirlos previamente, ojalá en compañía de su grupo familiar y hacerlos revisar técnica y legalmente para saber que compra y evitar problemas futuros.