Portabicicletas, un accesorio clave para viajar en carretera

Dic 03, 2019
Redacción Carroya.com

Uno de los accesorios que más usan los colombianos al momento de viajar a otros lugares y regiones del país son los portabicicletas. El ciclismo ha dejado de ser un deporte exclusivamente competitivo y cada vez son más las personas que tienen  el ciclismo como hobby.

La bicicleta se ha convertido en un elemento esencial para llevar durante las vacaciones y trasladarlas conlleva trabajo.

En el mercado hay tres tipos: de techo, de bola (que se engancha al tiro de remolque) y de portón. Todos cumplen la misma función, pero cada uno tiene sus pros y contras. Aspectos importantes al elegirlos son el número de bicicletas, su tamaño y su peso.

Portabicicletas de bola

Esta es una de las mejores opciones para el transporte de las bicicletas, pero al mismo tiempo uno de los más costosos porque además hay que instalar el ‘tiro’ o la ‘bola’ de remolque.

Dentro de los portabicicletas de bola existen dos tipos: los de plataforma y los colgantes. Estos últimos tienen un brazo que sale desde la cabeza de la bola y otros dos brazos horizontales donde se cuelgan las bicicletas. Estos son más baratos que los de plataforma. Ambos son seguros y funcionales y pueden llevar hasta cuatro bicicletas.

También tienen un sistema antirrobo que va en los puntos de sujeción de las bicicletas y los brazos no afectan las bicicletas de marcos de carbono.

Son abatibles para acceder al maletero, incluso con las bicicletas cargadas en caso de viajes largos o tener que hacer alguna parada. Al contrario de los de techo, algunos hay que desmontarlos cuando no se usan aunque se pueden guardar en poco espacio pues muchos son plegables.

Portabicicletas de techo

Se instalan sobre las barras transversales o barras portaequipajes. Es indispensable que el vehículo las tenga de fábrica, pues de lo contrario hay que hacer la inversión y deben ser diseñadas técnicamente adaptables para el tamaño de cada capota.

Estos son los más fáciles de montar (no requieren de mayores herramientas) y tienen la ventaja de que se dejan en el techo de forma permanente. Según el tamaño del vehículo, se pueden llevar hasta cuatro bicicletas.

Hay de dos clases: los de horquilla, en los cuales se quita la rueda delantera y el tenedor de la bicicleta se ancla en el portabicicletas. Un punto en contra es que hay que llevar las ruedas delanteras dentro del habitáculo.

El otro tipo es el de cuadro. Este no requiere quitar las ruedas de la bicicleta, pues estas van ancladas al portabicicletas y cuentan con un brazo que se ajusta como una ‘pinza’ al marco de la cicla. En ambos casos las ruedas traseras se fijan con correas y el brazo se asegura con una especie de llave o candado.

Uno de los puntos en contra del portabicicletas de techo es que, al igual que los portaequipajes, afecta la aerodinámica del vehículo e incide de manera importante en el consumo de combustible.

Portabicicletas traseros o de portón

Este sistema de portabicicletas se instala en la parte posterior del vehículo con unas agarraderas, brazos y correas que se sujetan a la carrocería y la puerta trasera. Cuentan con dos brazos principales que se apoyan en el vehículo y unas correas de sujeción que encajan en las ranuras de las aperturas del maletero.

Este es el menos aconsejable por varias razones. Se pueden dañar la carrocería y la pintura del vehículo. El peso del sistema sumado al de las bicicletas termina por dañar el portón trasero. Cuando este se ‘cae’ por el uso de portabicicletas algunas marcas no incluyen su reparación en la garantía.

Fuente: Revista Motor




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