¿Qué es mejor nitrógeno o aire para las llantas del carro?
Por lo general al momento en que vamos a realizar el inflado de las llantas de un vehículo, la persona que presta el servicio en el montallantas o serviteca nos pregunta si deseamos inflar las llantas con aire comprimido o nitrógeno. Suele suceder que en ocasiones no sepamos qué responder, ya que desconocemos las características, beneficios y desempeño que tiene cada gas dentro de los neumáticos.
Por lo tanto, lo primero que debes saber es que la composición química de cada gas tiene algunas diferencias. Por ejemplo, el aire comprimido (convencional) tiene una distribución de 78 % de nitrógeno, 20 % de oxígeno, 0.94 % de argón, 0.03 % de dióxido de carbono, entre otros elementos. Mientras que el nitrógeno, está compuesto de 95 % nitrógeno y 5 % de oxígeno.
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¿Entonces cuál es la diferencia si al aplicar aire comprimido, 4/5 partes del aire ya contienen nitrógeno?
La realidad es que existen muy pocos cambios entre ambos gases partiendo de sus propiedades y entregas para un vehículo de uso diario en la ciudad. Sin embargo, sí existen algunas prestaciones que marcan la diferencia como:
Aire comprimido
• Precio: Este tipo de gas tiene muy bajo costo, incluso, en algunos lugares te lo obsequian.
• Disponibilidad: En casi todos los montallantas puedes abastecer este gas.
• Composición: Como te contamos anteriormente, el aire comprimido en su gran mayoría aporta nitrógeno, por lo que le estarías inyectando a la llanta un alto porcentaje de este gas, prácticamente gratis.
Desventaja
• El único inconveniente del aire convencional, es que el oxígeno que lo compone genera vapor de agua, el cual es bastante inestable cuando aumenta considerablemente la temperatura, haciendo que la llanta adopte diferentes formas cuando esta gira y contacta contra el suelo. Lo cual se traduce en un desgaste mayor e irregular del neumático y por ende un consumo de combustible elevado.
No obstante, como te mencionamos, estos efectos son poco perceptibles en un carro que realiza desplazamientos cortos y a baja velocidad como los usados en la ciudad. Ya que este fenómeno ocurre cuando la temperatura de la llanta se sitúa entre los 80 y 100 grados centígrados, generando mayor presión y fuerza en la carcasa interna del neumático, que es finalmente la que busca mantener la uniformidad de la rueda. Efecto que sí es recurrente en carros de competencia, carga o de alta exigencia.
Nitrógeno
• Prestaciones: El uso de nitrógeno, permite que la presión interna de las llantas no aumente durante viajes largos o en situaciones en las que se pueda exigir de más el carro (en cuanto a velocidad). Lo que genera que la llanta no retenga calor, sufra deformaciones en su pisada y bandas de rodamiento.
• Vida útil: No es cierto que con el uso de nitrógeno la llanta se desgaste menos que con la aplicación de aire comprimido. Lo que sí sucede, es que el nitrógeno mantiene estable el valor del inflado, garantizando un desgaste mucho más uniforme en el neumático.
• Presión y escape: El uso de nitrógeno en las llantas, ayuda a mantener los niveles de presión de inflado estables por más tiempo, lo que supone un ahorro de combustible puesto que la resistencia de las ruedas será la ideal.
Desventajas
• Precio: Los costos para inflar una llanta con nitrógeno aumentan considerablemente respecto al aire comprimido.
• Disponibilidad: El nitrógeno es un gas que no está disponible en cualquier taller, por lo que deberás identificar puntos de recarga para mantener la presión adecuada de los neumáticos de tu auto. Recuerda que puedes inyectar aire convencional en una llanta cargada de nitrógeno, pero debes tener presente que se perderán los efectos de este último gas.
Mito
• “El aire comprimido al contener humedad puede oxidar los rines después de un tiempo”. Aunque esto pasaba anteriormente en modelos antiguos con rines en acero, es preciso mencionar, que en la actualidad los rines están hechos de materiales diseñados para evitar la oxidación y es muy poco probable que suceda.
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Recomendaciones
Cuando vayas a verificar la presión de las llantas, asegúrate de que los valores de presión (libras por pulgada cuadrada o psi) sean los adecuados para tu carro (varía en cada modelo), por lo que deberás fijarte en la calcomanía que está ubicada de la puerta del conductor para aplicar la cantidad correcta.
No olvides que la calibración del gas debe hacerse con las llantas frías, para que el cálculo sea mucho más preciso y simétrico. Además, es recomendable realizar un chequeo periódico (por lo menos una vez al mes) para garantizar que no haya desbalances que desgasten la llanta y aumente el consumo de combustible.
Ahora que lo sabes, debes tener claro que llenar tus llantas con aire o nitrógeno va a depender de tu necesidad y del uso que le des a tu vehículo; además del cuidado y mantenimiento que le tengas a tus neumáticos.