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Los aceites de hoy son multígrados, es decir, son capaces de variar su grado de viscosidad de acuerdo con la temperatura del motor del automóvil y son mucho más detergentes que sus antecesores.Respuesta: (El Tiempo, Vehículos) Esta evolución surge del siguiente principio: todo aceite, al calentarse, tiende a adelgazarse y, por lo tanto, su capacidad de lubricación disminuye. Había que hacer otros más 'inteligentes', que reaccionaran distinto de acuerdo con el recorrido del motor y mantuvieran su viscosidad lo más intacta posible.
Por eso hoy las referencias ya no son de uno, sino de dos números (20W50, por ejemplo), que corresponden a su 'grosor' en frío (20) y en caliente (50). Al encender, el aceite debe ser delgado para poder fluir rápidamente: es el momento más crítico de la lubricación.
Lo anterior significa que es muy distinto mirar 'qué tan bien está de aceite', cuando el motor de
tu carro está frío y apagado, que hacerlo cuando está caliente y prendido.
Primero, porque negro significa eficiencia y, segundo, porque al estar por debajo del nivel máximo en la varilla de medición significa que el motor está caliente y la mitad del aceite está repartido por el motor, luego es imposible ver si, en realidad, está 'bajito'.
Hay que esperar unos minutos para que escurra. Y tercero: porque los fabricantes del
carro recomiendan qué tipo de lubricante debe colocársele al motor y los tiempos sugeridos para cada recambio.
Fuente:
EL TIEMPO- Sección Vehículos